A veces
lo podemos encontrar aleado con
Torio o Circonio en porcentajes no
superiores a un 2%. En la actualidad, el Torio está prohibido ya que
es un elemento considerablemente perjudicial para la salud. El
Tungsteno,
debido a la elevada temperatura de fundición 3.410°C, apenas se
desgasta tras un prolongado uso. Los gases más utilizados son el Argón y el
Helio, o una mezcla de ambos.
La principal
ventaja de TIG es la obtención de cordones más resistentes,
dúctiles y menos sensibles a la corrosión que el resto de los procedimientos,
ya que el gas protector impide el contacto entre el
oxígeno y la
atmósfera, y un baño de fusión. También permite obtener soldaduras limpias
y uniformes debido a la escasez de humos y proyecciones.
Como inconveniente, podemos encontrar el
flujo continuo de gas con la
subsiguiente instalación de tuberías, bombonas, etc. Además, requiere
una mano de obra muy especializada, lo que también aumenta los costes.
En el
proceso TIG arco eléctrico que se establece entre el
electrodo de Tungsteno y el metal base, es la fuente de calor que funde ambos y
consigue la unión de las piezas al solidificarse el baño. El metal de aporte,
si se usa, se alimenta manualmente en el baño de la soldadura
cuando se
suelda en TIG.